Parque Natural delos Alcornocales
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Localización: 36º21'N 5º32'O
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Superficie: 169419km²
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Año declaración: 1989
El
Parque Natural de Los Alcornocales constituye uno de los espacios más singulares y atractivos de Andalucía, pudiendo presumir de ser el bosque de frondosas más meridional de Europa, hábitat de helechos endémicos, cobijo del lince y cuna de culturas milenarias. Catalogado como 'una de las diez maravillas naturales de Europa', ocupa una extensa franja de terreno desde el interior de las estribaciones de la serranía gaditana hasta los límites del
Parque Natural del Estrecho. Adentrarse en sus bosques de
alcornoques y
quejigos o en la fragosidad de sus canutos (gargantas) cuajados de rododendros y helechos, resulta una experiencia evocadora del paraíso perdido que cada uno imagina y que, fugaz e inusitadamente, a veces se encuentra.
![Canuto de Risco Blanco, Parque Natural de los Alcornocales, Cádiz]()
Canuto de Risco Blanco, Tarifa.
Se trata de un escenario vivo e irrepetible donde naturaleza, paisaje, historia, cultura y actividad humana ha dado lugar a un mosaico multiforme en continuo cambio, que merece ser conocido y conservado.
Situado entre las provincias de
Cádiz y Málaga y afectando a 16 municipios, es sin duda
uno de los territorios de Andalucía mejor conservados. En estas sierras se mantienen en excelentes condiciones un conjunto de ecosistemas y formaciones muy representativos del área mediterránea e, incluso, elementos botánicos característicos de la Era Terciaria, como son los
valles encajados o
canutos.
Tarifa | »Habitantes: 17.199 »Gentilicio: Tarifeño/a »Ruta de la Costa »Ruta del Toro 36º 01' N 5º 36' O |
Algeciras | »Habitantes: 111.283 »Gentilicio: Algecireño/a »Ruta de la Costa »Ruta del Toro 36º 08' N 5º 26' O |
Los Barrios | »Habitantes: 20.119 »Gentilicio: Barreño/a »Ruta del Toro 36º 11' N 5º 29' O |
San Roque | »Habitantes: 25.548 »Gentilicio: Sanroqueño/a »Ruta de la Costa »Ruta del Toro 36º 12' N 5º 23' O |
La Linea de la Concepción | »Habitantes: 62.682 »Gentilicio: Linense »Ruta de la Costa 36º 10' N 5º 20' O |
Castellar de la Frontera | »Habitantes: 2.874 »Gentilicio: Castellarense »Ruta del Toro 36º 19' N 5º 27' O |
Jimena de la Frontera | »Habitantes: 9.754 »Ruta del Toro 36º 26' N 5º 27' O |
Alcalá de los Gazules | »Habitantes: 5.633 »Gentilicio: Alcalainos »Ruta del Toro 36º 28' N 5º 43' O |
Benalup Casas Viejas | »Habitantes: 6.750 »Gentilicio: Benalupense »»Ruta del Toro 36º 20' N 5º 48' O |
Medina Sidonia | »Habitantes: 10.962 »Gentilicio: Asidonense »Ruta del Toro 36º 27' N 5º 55' O |
San José del Valle | »Habitantes: 4.210 »Gentilicio: Vallense »Ruta del Toro 36º 36' N 5º 47' O |
Algar | »Habitantes: 1.644 »Gentilicio: Algareño/a »Ruta de los Pueblos Bl 36º 39' N 5º 39' O |
Ubrique | »Habitantes: 17.362 »Gentilicio: Ubriqueño/a »Ruta de los Pueblos Bl 36º 40' N 5º 26' O |
Arcos de la Frontera | »Habitantes: 29.420 »Gentilicio: Arcense »Ruta de los Pueblos Bl 36º 45' N 5º 48' O |
Embalse de Charco Redondo |
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Red de Interés General del Estado |
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Superficie: 169.419 Has.
Habitantes en el entorno: 433.775
Provincias:
Cádiz:
Alcalá de los Gazules,
Algar,
Algeciras,
Arcos de la Frontera,
Benalup,
Benaocaz,
Castellar de la Frontera,
Jimena de la Frontera,
El Bosque,
Jerez de la Frontera,
Los Barrios,
Medina Sidonia,
Prado del Rey,
San José del Valle,
Tarifa
y Ubrique
Málaga: Cortes de la Frontera
Año de declaración: 1989
PORN: Decreto 417/1994, de 25 de Octubre
PRUG: Decreto 417/1994, de 25 de Octubre
Plan de Desarrollo Sostenible: 13 Marzo de 2001
Otros ámbitos de protección: Incluido en la Red Natura 2003, ZEPA y PLIC Reserva Nacional de Caza de Cortes de la Frontera
Alcornocal | Quejigal | Acebuchal | Canutos
El Corcho | El Carboneo | La Caza | Molinos harineros
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Desde las cumbres de El Aljibe hasta el Estrecho quedan representados los diferentes tipos de vegetación: tajos y lajas de arenisca en las cumbres, espesos matorrales que abate el fuerte viento de Levante, alcornocales sobre laderas en las solanas y quejigales en las umbrías, acebuchales y pastizales en el piedemonte arcilloso, alisedas con ojaranzos y helechos en los canutos encajados y, finalmente, fresnedas y adelfares en los arroyos.
Su situación geográfica entre dos mares y la cercanía al Continente Africano favorecen una climatología particular en la que el juego de los vientos de poniente y levante tiene un papel destacado en las altas precipitaciones.
La vegetación de Los Alcornocales es un mosaico de especies ordenado en base a condiciones ambientales concretas, es decir la enorme variedad de plantas no se distribuye al azar, sino que viven en aquellos lugares donde se dan las condiciones idóneas para poder desarrollarse.
En
las cumbres, las desnudas rocas de arenisca expuestas a condiciones ambientales extremas solo permiten la existencia de un número reducido de plantas muy adaptadas, denominadas rupícolas, entre ellas podemos encontrar la Polygala, Fritillaria o el Polypodium. Cuando el roquedo lo permite se desarrolla un denso matorral con especies que soportan bien la sequedad y pobreza del suelo, los fuertes vientos y la insolación. Jara estepa, jaguarzo o roblilla son algunas de ellas.
![Alcornoque]()
Alcornoque
Descendiendo a los valles, las laderas se cubren de
alcornoques que forman bosques más o menos adehesados,
El alcornoque es el árbol más abundante del Parque, teniendo en la corteza su valor más preciado. Es árbol que gusta del clima mediterráneo, de largos veranos, lluvias atoñales y sin heladas en invierno. Prefiere suelos arenosos sin cal y bien drenados, sin importarle las pendientes ni las situaciones difíciles.
Otro quercus de gran simbolismo es el
quejigo, también llamado roble andaluz, que prefiere ambientes más húmedos y umbríos que su pariente para poder disfrutar de la compañía de bellas especies de matorral de tipo atlántico como el durillo. En las zonas más meridionales del Parque, en lugares de nieblas casi permanentes, los
quejigales quedan salpicados de acebos, formando asociaciones denominadas
bosques de niebla, únicos por su belleza y singularidad ecológica.
En las zonas bajas, de suelos arcillosos y profundos (bujeos), el bosque se ahuecada para formar dehesas de
acebuches (Olea europaea, var. sylvestris) de especial interés ganadero.
Pero lo verdaderamente singular son las asociaciones vegetales que viven en los arroyos encajados llamados
canutos, reducto de laurisilva terciaria y paraiso de los helechos más brillantes, donde el ambiente oscuro y sonoro de los cursos de agua nos transporta al paisaje tropical. Es aquí en la
laurisilva, donde sobreviven especies vegetales únicas, refugiadas en estas angosturas desde hace millones de años, huyendo de condiciones climáticas adversas.
![Bosque de Ribera, Canuto, Parque Natural de los Alcornocales, Cádiz]()
Canuto, Bosque de Ribera.
En el interior del bosque vive una
rica y variada fauna, grandes herbívoros como el ciervo o el corzo, depredadores como el gato montés, ginetas, nutrias, tejones o el singular meloncillo, y una amplia representación de anfíbios y reptiles completan el grupo de los vertebrados.
![Buitres Leonados en Los Alcornocales]()
Buitres Leonados en Los Alcornocales
Sobrevolando las copas de los árboles en estos ecosistemas, podemos observar como
miles de aves cruzan
el Estrecho en ambos sentidos ofreciendo un espectáculo único en el mundo. Alcones, águilas, ratoneros, alimoches, aguiluchos e incluso buitres negros, junto a un sin fin de pequeños pájaros, participan de estos viajes de ida y vuelta.
El paisaje de los alcornocales ha convivido con el tiempo, cambiando y adaptando sus elementos a las circustancias, sin embargo en la actualidad precisa de protección especial debido a la velocidad que imprime el hombre moderno en sus acciones. De ahí que la declaración de Parque Natural en 1987 tenga entre sus objetivos el equilíbrio entre conservación y desarrollo de las poblaciones.
Y es que la presencia del hombre en el Parque se remonta más de cien mil años atrás, cuando cazaba en los alrededores de la
Laguna de la Janda, existiendo desde entonces una serie de vestigios del hábitat serrano de variadas épocas y diversidad de restos.
Hasta hace poco tiempo las sierras estaban habitadas por una población dispersa pero bastante numerosa, cuya economía de subsistencia se basaba en el aprovechamiento de algunos animales, escasa siembra, huerto, y, en algunas ocasiones, el contrabando. El
carbón fué sin duda el soporte de la economía serrana hasta la mitad de este siglo. Paseando por Los Alcornocales podemos encontrar multitud de huellas de estas formas de vida:
alfanges del carboneo,
antiguas viviendas,
bujeos de siembra,
acebuchales cultivados,
molinos harineros..
La
ganadería de vacuno retinto es el producto ecológico por naturaleza, especie adaptada a las características ambientales serranas productora de carne excepcional, o los cerdos en montanera, engordados libremente a base de bellota de chaparro, raices diversas y pasto..
![Bosque de Ribera, Canuto, Parque Natural de los Alcornocales, Cádiz]()
Pastor en los Alcornocales
La explotación humana de las sierras se ha centrado tradicionalmente en la madera, el corcho y el
carboneo. La extracción maderera, así como su transformación mediante el carboneo, tuvo como destino la construcción de viviendas, barcos y la provisión de combustible. El
corcho, descubierto como un material singular desde la antigüedad, ha desencadenado grandes cambios en el bosque en los dos últimos siglos.
Lo más abundante y característico del Parque es, sin duda, el extenso bosque de alcornoques (Quercus suber) que siendo el más exuberante y mejor conservado de toda la Península Ibérica, se extiende de manera casi continua desde
Algeciras hasta
Ubrique. Esta comunidad se encuentra muy bien adaptada a las condiciones climáticas y edáficas de la zona, siendo la base de la vida en este bosque, cobijo de gran cantidad de especies vegetales y animales y recurso económico explotado por el hombre.
Extendido sobre suelos no calcáreos, el alcornoque, que puede superar los 20 m. de altura, dispone de unas hojas duras y pinchudas, adaptadas para soportar las máximas temperaturas en épocas de mínimas precipitaciones. El tronco y las ramas tienen madera dura y están recubiertos de una corteza muy rugosa y porosa de protección (corcho). Las hojas son persistentes, de forma ovalada y los frutos (bellotas) almacenan grandes reservas nutritivas.
![Parque Natural de los Alcornocales, Cádiz]()
Alcornocal
Las condiciones ambientales, sobre todo los fuegos naturales esporádicos y el frío del invierno lo han dotado de un sistema de protección único en el mundo y muy superior a cualquier imitación artificial:
El corcho. Se trata de un tejido muerto que forma parte de la corteza, generado a partir de células especializadas situadas entre esta y la madera, que, entre otras cosas, ayudó a descubrir la estructura celular de los seres vivos allá por el año 1667 gracias a las observaciones del naturalista inglés R. Hooke, sobre láminas muy delgadas de este material.
![Alcornoque]()
Alcornoque
Por sus características elásticas, impermeables, inertes, etc, los romanos consideraron al corcho excelente material para taponar sus ánforas, cualidad que no pasó desapercibida al descubridor del champagne Dom Pierre Perignon, que extendió a partir de finales del siglo XVII el uso del corcho para este menester desde Francia hasta Cataluña y el sur de Andalucía.
Para ello se espera a que haya alcanzado un grosor conveniente, y en alcornoques adultos y en la época de más actividad del árbol, se les despoja se su preciada corteza mediante cortes de hacha certeros y precisos para no dañar la casca, o capa productora de corcho. Los trozos desprendidos, o panas, se retiran a lomos de mulo hasta el patio, donde se pesa y selecciona. El primer corcho que da el alcornoque, llamado bornizo, se separa del segundero que es el taponero por excelencia. Si bien la vinatería consume la mayor parte del corcho transformado, en la actualidad otras aplicaciones están abriendo nuevas espectativas. La construcción, la decoración, la alta costura, la ingeniería naval e incluso la astronáutica, le convierten en material de alta tecnología, contemporáneo con el uso artesano.
El alcornocal actual es el resultado de continuadas selecciones entre la dinámica natural del ecosistema forestal y la actividad humana desde la prehistoria. A pesar de la orientación corchera, cinegética y ganadera a que ha sido dirigido el alcornocal en la actualidad, el bosque sigue teniendo una gran diversidad biológica que hay que proteger.
En las zonas más húmedas, en el fondo de los valles y en las umbrías crecen los quejigos, quercíneas específicas del oeste mediterráneo. Al norte del Parque Natural, en zonas de calizas, se presenta el Quercus faginea, mientras que al sur, en suelos ácidos, abunda el quejigo moruno o Q. canariensis.
El quejigal de Quercus canariensis representa al bosque caducifolio andaluz, propio de las zonas más húmedas y umbrías. Bajo sus copas se dan unas condiciones microclimáticas generadoras de un hábitat propio, cobijo de especies de plantas y animales sensibles a la sequía.
Como árbol corpulento de la familia de las fagáceas, crece hasta 30 m. de alto y produce hojas marcescentes que perduran en el árbol amarillentas hasta muy entrado el invierno. Su tronco, grueso y recto, tiene corteza rugosa y parda, mientras que su copa se desarrolla muy densa por una abundante ramificación.
El quejigal de Los Alcornocales (Quercus canariensis) está asociado tanto a una alta humedad y ausencia de heladas, como a terrenos algo ácidos, no calizos. En estas condiciones la diversidad y riqueza de especies, así como sus interrelaciones generan una abundante explosión de vida.
Los quejigares morunos son los robles más meridionales de la península. Forma bosques espesos de alto valor ecológico y paisajístico en las umbrías y zonas más húmedas de las sierras. La extracción maderera en épocas pasadas, junto con sus escasas localizaciones y su gran belleza constituyen unos referentes que hacen de estas masas arboladas una de las más singulares de las sierras de Cádiz.
En su estado original, el acebuchal forma parte del bosque y matorral mediterráneo, junto a encinas, alcornoques y algarrobos. Ocupa las partes bajas y arcillosas de las sierras conformando uno de los ecosistemas característicos del Parque Natural. La intervención humana aclara esta vegetación a favor de pastizales y cultivos.
El acebuche (Olea europaea) es un árbol de media talla con hojas perennes que soporta las fuertes inclemencias de sequía y frío. Sus pequeñas flores en ramilletes fructifican durante el otoño para dar la acebuchina, fruto negruzco con alta proporción de aceite, ya consumido por el hombre desde la antigüedad. Es el símbolo de los buenos deseos y, sobre todo, de la paz.
Los animales que conviven con el acebuche se alimentan de sus frutos. A la vez que esparcen sus semillas están favoreciendo su capacidad colonizadora. Gracias a la asociación con otros matorrales como coscoja, gamones, herguén, matagallo, palmito y, sobre todo, lentisco, consigue un excelente éxito de arraigo.
Los nacimientos y cursos altos de arroyos, encajados entre roquedos, con abundante agua y humedad, cubiertos de una densa arboleda y sotobosque forman las espesas gargantas conocidas localmente como
canutos. Aunque frecuentes en el Parque Natural, destaca el de
La Gallina, en los
Montes de Jerez, en cuyo entorno se dan paisajes representativos por su variedad y composición vegetal.
![Parque Natural de los Alcornocales, Cádiz]()
Helechos en canuto
A finales de la Era Terciaria las favorables condiciones subtropicales cambian iniciándose, de un lado, las oscilaciones glaciares propias del Cuaternario, y de otro, nuevas situaciones climáticas que desembocarán hasta configurar el régimen mediterráneo, de
veranos cálidos y secos e inviernos fríos y lluviosos. Esto obligó a las especies vegetales que constituían la laurisilva, aquí establecidas, a refugiarse en las gargantas o canutos del sur gaditano, donde aún perduran estas condiciones iniciales.
La vegetación dominante está constituida por una estrato arbóreo de hoja caduca, dominando los
alisos (Alnus glutinosa) a los que acompañan
sauces (Salix pedicellata) y
quejigos (Quercus canariensis) ya más lejos del cauce principal e iniciando la vegetación de márgenes y laderas. Cuando el valle se abre y el sustrato es más arcilloso, aparecen los
fresnos (Fraxinus angustifolia) y la espesura vegetal hace algunos tramos del mismo difícil de transitar por la abundancia de enredaderas y zarzas.
En el interior del canuto encontramos especies de hojas perennes, grandes y lustrosas, formando un túnel sombrío, donde apenas penetra el sol durante todo el año, cuyos representantes principales son: el
laurel y una vegetación de especies con aspecto similar al mismo denominada
laurisilva (selva de laureles) característica de zonas subtropicales, donde destacan los numerosos
helechos endémicos. El
ojaranzo (Rhododendron ponticum subsp. baeticum), el
durillo (Viburnum tinus) y el
acebo (Ilex aquifolium). Además son frecuentes el
madroño (Arbutus unedo), el
agracejo (Phillyrea latifolia), el
aladierno (Rhamnus alaternus) y el
avellanillo (Frangula alnus) de hoja caduca.
Entre los arbustos encontramos
escobones (Cytisus baeticus, Cytisus villosus),
brezos (Erica arborea, Erica erigena, Erica ciliaris),
brusco (Ruscus aculeatus),
rosal bravío (Rosa sempervirens) y
zarzamora (Rubus ulmifolius). Y cantidad de
lianas y trepadoras como la
Aristolochia baetica,
Clematis cirrhosa,
Hedera helix,
Lonicera implexa,
Lonicera periclyneum,
Smilax aspera,
Tamus communis y
Vitis vinifera.
El alcornoque es a la vez elemento protector y a proteger, pues además de los beneficios de tipo ecológico, la extracción de su corteza suberosa de forma planificada y realizada por expertos corcheros, supone importantes ingresos y empleo a los municipios de la zona.
El descorche supone la extracción periódica (unos 9 años) de la corteza regenerada (producto natural insustituible en la industria), operación delicada que necesita unos brazos expertos que no dañen la capa madre. La buena gestión y cuidados del alcornocal garantizan su explotación y preservación sostenida. La saca de corcho en verano supone una actividad febril donde, descorchadores, ayudantes, arrieros y transportistas extraen la producción del monte. La industria preparadora cuece, selecciona, calibra y recorta las panas de corcho para su transformación posterior.
Los usos y transformaciones del corcho están basados en sus propiedades como ignífugo, aislante térmico y acústico, baja densidad, impermeabilidad, etc. Tiene múltiples aplicaciones que redundan en una mejora en la calidad de vida (aislamiento e insonorización en la construcción, además de otros usos domésticos), como materiales industriales, para la conservación y estabilización en las bebidas de calidad, así como para empleos muy singulares en tecnología punta y actual.
El Patio de corchas es aquella zona donde se deposita el corcho que se extrae del monte alcornocal, donde se pesa, se clasifica y se estiba para su posterior traslado en camiones a las plantas industriales preparadoras y transformadoras.
La saca del corcho comienza con la intervención de los hachas, sacaores o corcheros, que son los profesionales responsables de la delicada extracción de las planchas de corcho de los alcornoques. El corcho es recogido y transportado primero por los recogeores, y luego mediante mulas y arrieros, hasta este punto clave de la finca.
En el patio se controla la producción de la finca a través del pesaje en la cabría, a la vez que se ordena y coloca para su secado. Su emplazamiento junto a un camino o carretera, asegura el transporte del corcho, ya seco, hacia la industria. El de mejor calidad se destinará hacía la industria vinícola. El Bornizo o primer corcho de los árboles jóvenes, también es almacenado aquí, junto con los de peor calidad, para su posterior trituración y aglomerado. Posteriormente en las plantas corcheras preparadoras, será cocido, calibrado, recortado y enfardado y convertido finalmente en tapones de vino y champán, parqués, planchas, ropas..
La industria taponera es la principal demandante del corcho que se produce en Andalucía, en especial en Los Alcornocales. Esta demanda garantiza la conservación del monte alcornocal en tanto no se desarrollan nuevas materias primas que satisfagan las exigencias de conservación de vinos y espumosos.
El corcho se utiliza, además, en múltiples piezas y procesos industriales: desde la construcción naval y aeroespacial, hasta protectores térmicos en satélites artificiales.
El tronco de alcornoque sin descorchar, así como sus ramas altas, seguirá produciendo corcho durante toda la vida. El crecimiento y generación del corcho Cuando se extrae por primera vez el «bornizo», la casca genera nuevas capas anuales hacia fuera y madera hacia dentro. Si el proceso de saca se repite cada 9 años el corcho «segundero» va adquiriendo mayor calidad.
La conversión mediante combustión controlada e incompleta, de la madera de los bosques en carbón vegetal, se denomina en los Alcornocales
carboneo, una actividad que hasta los años 60, suministraba todo el carbón necesario a las poblaciones de las dos Bahías, Málaga e incluso Marruecos. Este producto junto a su variedad fosil que se extrae como mineral, ha constituido la mejor solución para hacer accesible y perdurable las fuentes de calor en los hogares humanos, sin la aportación constante de leña hasta mediados del siglo pasado y contribuyendo a mantener la salud del monte eliminando árboles enfermos.
En estas tierras se empleaban en los hornos los troncos de alcornoque, acebuche y sobre todo quejigo. El brezo, la jara y el lentisco, se destinan a cisco o picón, un carbón de menor calibre destinado a la calefacción.
El
Boliche, denominación local de reciben los hornos, se arma en un lugar de abundante madera y cercanía a alguna fuente de agua. Una vez cubierto de matorral y tierra para evitar la entrada de aire, se procede a su encendido. Desde ese momento, la función del carbonero es controlar las entradas de aire y mantener una temperatura constante hasta que se completa el proceso de combustión por todo el interior, evitando en todo momento que la madera arda con llamas.
Las masas forestales del Parque son el refugio natural de los grandes herbívoros silvestres (ciervo, corzo, gamo, muflón y jabalí), fundamento de la caza mayor que juega un importante papel social y económico en la comarca.
Entre los
grandes mamíferos presentes en Los Alcornocales, el
ciervo o venado es el más abundante y la pieza de caza más apreciada y que su cuerna puede alcanzar grandes dimensiones constituyendo entonces un valorado trofeo. Viven solos o en manada, prefiriendo los bosques, en especial las zonas de vegetación densa y alta, donde ramonea.
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Venados
El herbívoro más singular de Los Alcornocales es el
corzo, conocido como "duende del bosque", por su extremo sigilo y comportamiento huidizo. En los hábitats de extrema calidad ambiental de estas sierras se encuentra una variedad diferente por su forma y pelaje:
el corzo morisco, que siendo el cérvido más meridional de Europa, constituye una pieza de caza muy apreciada en Los Alcornocales, donde ha estado hasta hace unas décadas al borde de la extinción.
El
Muflón fue reintroducido en el Parque recientemente, prefieriendo las colinas boscosas y los terrenos rocosos de fuertes vertientes, donde se agrupa en rebaños. Por último el
Gamo, introducido en los bosques europeos en la Edad Media, prefiere los bosques para refugio y las áreas claras para alimentarse.
Respecto a la caza menor, esta supone la regulación humana de las especies de aves y mamíferos que están poco sometidas al control natural de predadores. Las más frecuentes son, con diferencia, la
perdiz y el
conejo, además de la
liebre,
tórtola,
zorzal,
mirlo,
aves acuáticas, etc.
En la actualidad,
el papel controlador de los grandes herbívoros ha pasado al hombre, a través de una necesaria gestión cinegética, ya que de otra forma, ante la extinción de predadores, como el lobo, se acarrearían fuertes desequilibrios naturales. Históricamente, en el ejercicio de la caza han coincidido diferentes visiones, desde una práctica de recreo de la nobleza y aristocracia, a un medio de supervivencia de los pobres en situaciones difíciles
el furtivismo. Hoy día, es una de las fuentes de ingresos más importantes de las fincas privadas y montes públicos del Parque Natural.
La gestión cinegética se organiza en las fincas como explotación ordenada de un recurso natural centrada en el
coto, con una visión cada vez más técnica y empresarial. La organización de un coto tiene en cuenta las necesidades biológicas de las piezas, así como las infraestructuras que facilitan la actividad cinegética.
Los grandes herbívoros se localizan de manera natural en las zonas más agrestes, cerradas y difíciles, para ampararse en el matorral espeso. En las grandes propiedades interiores es donde se organizan los cotos de caza mayor, quedando la periferia, más abierta y alomada, para los de caza menor.
En las sierras de Cádiz han existido, desde la época del imperio romano, una gran concentración de molinos harineros en los cursos altos de los ríos y arroyos de cierta entidad. Ríos generosos que mantienen caudales durante el estiaje, potentes desniveles que dan brío al flujo del agua y fáciles accesos desde las importantes poblaciones del litoral, son razones sobradas para que la industria molinera se expandiera, y aún para que, a las puertas del segundo milenio, mantengan invariable su actividad varias de estas industrias.
La difusión de estos molinos se realiza con la cultura islámica, desarrollándose en el siglo XVIII al abrigo del espíritu ilustrado. En el siglo XIX continua la expansión, pero la modernización de estas instalaciones cesa en el siglo XX, en el que la actividad simplemente se mantiene para entrar en un proceso de irremisible decadencia al no poder hacer frente a la competencia de las nuevas industrias castellanas, levantinas y catalanas.
Puede decirse que han existido molinos harineros en prácticamente todos los ríos y arroyos de cierta entidad, donde los agricultores o comerciantes llevaban a ellos su grano, y recogían la harina que les correspondía tras el pago en especies al molinero. El río Rocinejo, afluente del Barbate, es un ejemplo destacado, ya que llegó a tener 22 molinos que constituyen un valioso patrimonio cultural.
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dirección: Pza. San Jorge n.º 1. Casa Cabildo. 11180 Alcalá de los Gazules (Cádiz).
email: pn.alcornocales.cma@juntadeandalucia.es
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Publicaciones de viajeros sobre el espacio natural de los Alcornocales
Opiniones de viajeros sobre el espacio natural de los Alcornocales
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1
/5
mision imposible
por:
Maria Luisa -
15/03/2016
Espero que el parque sea una maravilla, porque desde luego el servicio telefónico de información es nulo, después de 2 horas intentando que alguien descolgase el teléfono lo di por imposible, seguro que hay gente sin trabajo que estaría dispuesta a atender un teléfono.
5
/5
tfnos una mierda
por:
rafa -
28/01/2015
Precioso todo, lastima que para conseguir información tengas que llamar a tantos sitios porque en las oficinas del parque ni el centro de visitantes el Aljibe se dignan a coger el teféno. Mancha de enchufados.
4
/5
Muy completo...
por:
Dante -
21/10/2013
La descripción es muy completa, y el parque en si hay que verlo antes de morir, hace no mucho fui con mi hermana y es algo que jamás olvidaré.
5
/5
Impresionante Parque Natural
por:
Alvaro Rodriguez -
02/11/2011
Estuvimos haciendo la ruta del rio de la miel, y nos quedamos asombrados de las maravillas que esconde este bello Parque, es impresionante..
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